Llega un nuevo día, como siempre nos levantamos temprano porque hay que aprovecharlo al máximo, hoy amanece nublado, incluso nos regala algo de lluvia. A priori pudiera parecer un día más de nuestro #Europara3, sin embargo, eso no iba a ser así, sin duda hoy es un día importante, muy importante para Alemania y en consecuencia para nosotros.

A pesar de las espesas nubes negras y de la débil lluvia esperamos disfrutar un día más de una ruta en bici. Para hoy tenemos planeado una maratoniana ruta entre Patrimonios de la Humanidad, dos en concreto. La primera nos llevará hasta la preciosa ciudad de Lübeck, para después regresar hasta la furgo e ir hasta Wismar, otra pequeña localidad del Mar Báltico.

Lubeck, Wismar y la final del mundial

Son las 8 de la mañana cuando iniciamos la jornada, pedal tras pedal nos adentramos por los preciosos senderos habilitados para las bicis hasta Lübeck. 10 kilómetros nos separaban de ella aunque viendo el día tan malo, todo hace presagiar una visita nefasta. Nosotros de cabezones, no pensamos ni por un momento la idea de desistir, sino todo lo contrario. Llegamos a Lübeck entre el chipichipi reinante y nubarrones negros,bien pudiera parecer que el mundo se iba a acabar en cualquier momento, aparcamos las bicis en una de las puertas de entrada de la ciudad y nos decantamos por recorrerla a pie chubasquero en mano.

Lubeck

En la entrada a Lubeck

El centro histórico de Lübeck fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 1987 y fue la primera vez que este organismos declaraba “todo el centro histórico” de una ciudad del Norte de Europa. Fundada en 1143 como un ejemplo ilustrativo de las ciudades hanseáticas en la región del Mar Báltico. Esta cuidad-isla rodeada por un río, con sus siete torres de sus cinco iglesias ofrece un rico capital en monumentos góticos, renacentistas, barrocos y del clasicismo, fue declarada Patrimonio de la Humanidad por su ejemplaridad de gótico báltico. Pasear por ella es retroceder en el tiempo y si viajamos con nuestros hijos nos sirve para enseñarles como con trabajo, organización y colaboración, entre todos podemos llegar a tener una ciudad así de linda.

Lubeck

Casas en patio interior en edificio, Lubeck

Lubeck

Arquitectura típica de Lubeck

Lubeck

Jump en la entrada principal a Lubeck

En Alemania se suele comer entre las 12 y las 13 horas, nosotros completamente integrados con el entorno, decidimos que ha llegado el momento de regresar a La Cali, un ratito nos llevó llegar hasta ella en bici, menos mal que el día ha ido despejando y ha dejado de llover. Tocaba tomar algo ligero, recuperar fuerzas y recorrer con la furgo los 50 Kms aproximadamente que nos separan de Wismar, la otra ciudad Patrimonio de la Humanidad que toca visitar hoy.

Wismar, es la ciudad hanseática mejor conservada en la región del sur del Mar Báltico. Fue declarada Patrimonio de la Humanidad por su impresionante proyección medieval prácticamente inalterada de su casco antiguo y por su amplio patrimonio en arquitectura de la época del gótico báltico. Recorrer sus calles, callejuelas, mercados e iglesias es un auténtico placer, y te da una perspectiva de como se vivía aquí hace 500 años atrás.

Lubeck

Plaza primcipal de Wismar

Lubeck

Calle principal de Wismar

Lubeck

Edificación típica en Wismar

En Wismar vamos a pasar la noche y como no, esperamos poder ver aquí la final del Mundial de Fútbol de Brasil 2014. Como os anticipábamos al comienzo del post, hoy es un día muy importante para Alemania y más concretamente para los futboleros como nosotros.

¡¡Que suerte hemos tenido!! estamos en el lugar adecuado y en el momento preciso porque hoy podemos disfrutar de la tan ansiada final del Mundial, Alemania-Argentina. Como buenos amantes de este deporte y a pesar de que a muchos les parezca una estupidez, para nosotros es una inmejorable ocasión para finiquitar una preciosa jornada.

Echamos un vistazo por el pueblo para ver donde ponen el partido. Hambrientos y un tanto agotados por la dura jornada, decidimos estacionar la furgo para cenar y pasar la noche. Para ello elegimos una zona en el puerto donde ya hay varias autocaravanas, cerca del casco histórico y por suerte a escasos 50 metros de una gran nave que el Ayuntamiento ha habilitado para tan importante acontecimiento, cuando además descubrimos que la entrada es libre, gratuita y con acceso a silla…¡Amigos no se puede pedir más!.

Nuestro corazón esta dividido al 50% porque si bien adoramos Argentina y a sus gentes, Alemania había hecho un mundial de lujo y para los que nos apasiona este deporte creíamos que se merecían ganarlo. Ni que decir tiene el ambientazo que fue cogiendo la fría nave, cuando la gran pantalla allí instalada se pone en marcha, cientos, y hasta miles de seguidores alemanes, nos contagian de su alegría, Álvaro mira a su alrededor y como ellos, salta y grita de emoción con cada jugada que pone en peligro a cualquiera de las dos selecciones.

Lubeck

Esperando para ver la Final del Mundial

Al final del partido, nos retiramos a descansar, La Cali espera a estos felices y agotados viajeros. Alemania y su gente, nos habían vuelto a regalar una jornada inolvidable.