Nada más y nada menos que 8 horas de bus nos tuvimos que meter entre pecho y espalda para llegar hasta Xian, menos mal que era todo por autopista. Más de 3 millones de habitantes tiene esta ciudad y la guagua nos dejó a las afueras, después del largo trayecto, tocó tener que pillarnos una guagua urbana y comernos otra horita más. Como es habitual en cualquier ciudad de China, os podéis imaginar lo abarrotada que estaba, nosotros tres y nuestras cuatro mochilas íbamos como sardinas enlatadas para luego comernos una media hora caminando entre la muchedumbre en busca de nuestro hotel que esta vez si llevábamos reservado y del que nos vamos a abstener de más comentarios, jejeje (lo que engañan muchas veces los buscadores y sus fotos en Internet).

Xian y los guerreros de terracota

Muchos de vosotros pensareis que todo esto lo hacemos porque somos unos viajeros sufridores o unos viajeros súper aventureros pues Noooooo, para nada!!! Todo este ajetreo de buses y más fue por no perdernos una de las grandes maravillas de China, los Guerreros de Terracota. Tan importantes, tan impresionantes, tan deseados por tantos, que no podíamos dejar de visitar ni Xian ni sus guerreros.

A parte de visitar a los guerreros, también tocaba conocer algo la ciudad y entre la multitud de gente y el pedazo de calor que hacía nos decidimos por cosas no muy lejanas, suerte que aunque le hotel no fuera cosa del otro mundo, si que estaba muy bien situado, a escasos 2 minutos andando de la Torre de la Campana y un poco más adelante la Torre del Tambor, casi en el centro de la ciudad de intramuros. Ambas originariamente del siglo XIV, tocaban la campana al amanecer la primera y al anochecer la segunda, impresionante!.

Xian

Torre de la Campana

Cerquita teníamos también el barrio musulmán, un enjambre de calles “peatonales-carromatos” llenas de restaurantes y puestos de comida callejera en la que predomina mucho la comida del norte y oeste de China. Pasear por esta zona de la ciudad es como adentrarte en los bazares de cualquier ciudad de Oriente Medio, pero en China y con musulmanes de raza china.
Aunque la calle principal parece la más turística, es donde puedes encontrarte con más de un occidental, el resto de callejones esconden la vida tradicional de las gentes de aquí y es donde puedes disfrutar más de su ambiente. Fue aquí donde Alvaro se lo pasó bomba viendo como en las carnicerías cortaban la carne al más puro estilo halal. Un buen lugar para conocer más a esta minoría en China y sobre todo un magnifico lugar para cenar por la gran variedad de comidas que hay.

Xian

Puesto de barrio musulman

Después de relajarnos haciendo turismo por la ciudad de Xian, había llegado el momento más ansiado, por el que habíamos recorrido tantos kilómetros, tocaba ir a ver a los Guerreros de Terracota.

La mejor opción por comodidad y economía es ir hasta la estación de trenes que está justo detrás de la muralla y pegada a ésta coger el bus nº 306 o el bus azul nº 914 que por 7 yuanes te deja justo en la entrada al Parque de los Guerreros de Terracota, desde la estación de trenes se coge el bus urbano 201 hasta la Torre de la Campana.

Es aconsejable llegar a primera hora del día y más si se hace en verano pues el calor puede ser bochornoso. La entrada son 150 yuanes por persona a los estudiantes se les aplica un descuento del 50%.
El recinto está dividido en dos naves principales, que suelen llenarse muy rápidamente por eso recomendamos llegar temprano. En sus alrededores se encuentran una plaza y unos jardines muy recomendables si se viaja con niños para poder hacer una parada y que los peques descansen y jueguen, ya que si son muy pequeños se les puede hacer muy pesado estar aquí ya que son todo museos.

Xian

Guerrero de terracota

Xian

Nave principal con los guerreros

La nave donde se encuentran la mayor cantidad de guerreros es rectangular y se bordea por completo, aconsejamos hacerlo al contrario de las agujas de reloj, ya que casi todo el mundo las hace en este sentido, teniendo la posibilidad de ir mas relajado.

Aunque es un lugar impresionante y muy interesante, la visita se puede convertir en algo caótica por la cantidad de gente que la visita a la vez, así que recomendamos paciencia, llevar agua si hace calor y disfrutar tanto de los Guerreros como de la ciudad que merecen mucho la pena. Sin duda es un destino de China que tampoco os podéis perder.