Salimos bien temprano de Obernai, queríamos llegar pronto al camping municipal de la capital alsaciana, Estrasburgo, para usarlo como punto base en la exploración de esta preciosa ciudad. El camping está situado a unos 4 km del centro de la ciudad y unido por un precioso carril bici que te lleva desde éste, hasta el centro, bordeando un riachuelo. Después de hacer el cheking en el camping y estacionar la camper-van, salimos como tiros a descubrir la ciudad,que era la razón de realizar este apasionante viaje.

Estrasburgo, ciudad histórica de mas de dos mil años de antigüedad a orillas del Ill, afluente del Rin, declarada Patrimonio Mundial por la Unesco. Su centro histórico contiene vestigios desde el primer campamento romano hasta elegantes palacetes del siglo XVIII. Es una isla que se puede recorrer fácilmente a pie, en tranvía, en bicicleta o a bordo de una motora por el río de una duración aproximada de 70 minutos disfrutando de La Petite France, edificios de las instituciones europeas, del funcionamiento de sus esclusas, de sus puentes cubiertos y sus torres medievales, la bici y la motora fueron los elegidos por nosotros para movernos. La ciudad está llena de edificios emblemáticos y de restaurantes para todos los gustos y bolsillos, Reúne una sorprendente colección de obras arquitectónicas.

Un paseo cultural por Estrasburgo

Destaca su Catedral, llamada también Nuestra Señora de Estrasburgo se alza majestuosa con su flecha de 142 Mtrs. de altura. Desde su plataforma a 66 Mtrs. se pueden observar los bellos tejados de la ciudad. Su interior tampoco te deja indiferente, sencillamente preciosa, la nave con 62 Mtrs. de largo y 32 mtrs. de alto está inspirada en la Catedral de «Saint Denis» , fue construida entre 1240 y 1275. Sin duda una de las cosas que te llaman la atención son sus espectaculares vidrieras conservadas desde su origen. La gran pena que sufrimos nosotros es que tanto ella como todo su entorno se encontraban en fase de restauración, lo que impedía de su disfrute. Aunque hay cosas que ya hemos visto, y nos ocurrió en la Catedral de Lyón, no nos dejan de sorprender y es como un templo de esta categoría tiene una exposición de arte moderno en su interior.

El célebre reloj astronómico con sus autómatas es otra curiosidad que hay que admirar,enriquecido con un planetario de Copérnico atrae a los visitantes con el juego de sus autómatas que cada día a las 12,30h, se ponen en movimiento delante del Cristo. Después de esta primera curiosidad tu mirada se desplaza hacia tu izquierda, donde se encuentra el Pilar de los Ángeles, de estilo gótico y que en realidad es un juicio final de los años 1225-30 donde su personajes surgen de la piedra formando un corro.

El Palacio de Rohan, es un prestigioso Palacio Episcopal, cuadrilátero de arenisco amarillo y rosa está construido alrededor de un patio central, su fachada a orillas del río Ill, se encuentra muy cerca de la Catedral. Dispone de numerosas salas, capillas y cámaras que fueron usadas diariamente, todas ellas repletas de arte , está situado justo enfrente del embarcadero donde se cogen las lanchas motoras. Además de visitar el Museo Histórico, el Museo Alsaciano, La iglesia de Santo Tomás, el precioso barrio de La Petite France, museo de Arte Moderno y Contemporáneo ene otros.

El precioso barrio de La Petit France está llena de bellos rincones,  situada en la zona donde se regula el canal de agua y las esclusas que permiten la navegación de las embarcaciones por el río. Ésta es una vieja zona de pescadores y molineros, donde se mezcla agua y arquitectura tradicional. Todo muy bien conservado. Nosotros llegamos a ella con nuestras bicis. Merece la pena recorrerlo viendo las viejas casas de estructura de madera, el trajín de los barcos, ahora con abundantes turistas como nosotros, y escuchar el rumor del agua que salva los desniveles que antaño servían para ubicar molinos.

Nosotros nos dimos un buen paseo montados en una de estas barcas, al fresquito de la tarde, realmente merece la pena.En este entorno están los puentes cubiertos (antigua estructura defensiva) y el Barrage Vauban, del sistema regulador de aguas. También nos encantó pasear por el barrio antiguo de Estrasburgo abarca, básicamente el conjunto comprendido entre la Petite France y la zona de la catedral.

Estrasburgo es además sede de las principales instituciones europeas, es la capital incontestable de Europa. La ciudad alberga al Consejo de Europa y sus 22 instituciones europeas afiliadas, es sede de la Asamblea Parlamentaria del Consejo de Europa, de la comisión y del secretariado. El Tribunal Europeo de Derechos Humanos tiene sede en la ciudad junto a la farmacopea Europea. Estrasburgo sede designada por la Unión Europea (UE) para instituciones y organismos propios, como el Parlamento Europeo y la oficina del Defensor del Pueblo Europeo, el centro de control audiovisual europeo, la Escuela Europea de administración y la sede de Europol, policía europea así como también de otros organismos europeos especializados como el Eurocuerpo mando militar europeo y el Observatorio Europeo del Sector Audiovisual o la cadena de televisión europea Arte. Casi todos los edificios mas interesantes se encuentran en la parte nordeste de la Grande Ille, hasta este conjunto de edificios fuimos por el fantástico carril bici que va conjunto al la orilla del río Ill, un agradable paseo en el que también puedes disfrutar de la belleza arquitectónica de los edificios burgueses.

Uno de los momentos mas agradables fue la visita al Parc de I’Orangerie, justo cruzando la Avenue de I’Europe, frente al Palais de I’Europe, pillamos unos días de bastante calor, y pasar las horas mas fuertes de día en este vergel de vegetación a la sombra de los árboles, con lindos senderos para caminarlo, zonas ajardinadas donde poderse tumbar o un lago poblado de cisnes donde poder dar una vueltecilla en unas barcas de remos, no tiene precio, aparte de pasar un buen rato con Alvaro observando los animales que tienen en una especie de mini zoo gratuito, entre ellos la cigüeña, animal predilecto de esta región francesa. Sin duda una gran elección, ya que al llevar tu picnic puedes comer ahí mismo.

Sin duda Estrasburgo nos gustó muchísimo y pensamos que no defrauda a sus visitantes, posee todo lo necesario para hacer de tu estancia en ella como una visita inolvidable, y creo que si se pudiera visitar en épocas navideñas aumentaría aún mas su valoración.