Para que os pongáis en situación… imaginad!!….. Xian mediados del mes de julio, unos 37º a las 9 de la mañana, estación nueva de trenes, los tres en la fila para la compra de billetes, más de 50 personas delante nuestra. Y empieza una seria conversación entre padre e hijo…¿Alvaro a donde vamos, Shanghai o Chengdu?

Reflexión…en Shanghai tenemos esa espectacular arquitectura moderna que tanto te gusta, esos grandes rascacielos que tanto deseas ver, en Chengdu tenemos a los osos panda.

Álvaro: «pues no se papá», quisiera ir a los dos.
Papá:  ir a Shanghai es cambiar por completo nuestra ruta, las dos ciudades quedan en sentido opuesto”.
Álvaro: Pues no se, que dilema este!!……

Una hora después y aún en la fila, le volvemos a preguntar, Alvaro sigue sin saber, quiere ver las dos cosas, así que cuando nos toca el turno lo dejamos a la suerte. Preguntamos por plazas para trenes a Shanghai y ¡no hay! Está todo a full! ¡Ufff que suerte!!, nos quitamos un problema, ya tenemos destino, nos vamos a Chengdu!

Pues no!… todavía no amigos, jejejeje, la chica que despacha los tickets nos dice que no hay plazas, que está a tope!, ¡Cachis! ¡No puede ser!!, y ahora ¿donde vamos?

Cabizbajos salimos de la fila, miramos destinos nuevos, nos colocamos en la otra fila y esperamos otra hora a que nos toque nuestro turno…cuando decimos «una hora», es literalmente eso, «una hora».

Por fin nos vamos a Chengdu

Bueno de nuevo frente al cristal de la taquilla, de nuevo frente a otra chica despachadora de tickets, que nos dirá esta vez? y ¿donde vamos a ir?, no teníamos nada claro y nos la jugamos de nuevo al azar. Empezamos a soltarle el rollo…Queremos tres literas en coche cama 2ª clase por favor a Chengdu y ¡¡toma!!, ¡¡toma!! Por obra de magia aparecen tres plazas para Chengdu en coche cama. Como puede ser? Pero sííí… ¡¡En China todo es posible!!, acalorados, sudando la gota gorda, con los billetes en la mano nos vamos contentos porque hemos conseguido las plazas y porque no teníamos que modificar nuestra ruta, por lo menos esta vez.

Al día siguiente sobre el mediodía, nos encontrábamos en la atestada estación de trenes antigua de Xian. Una hora nos costó desde que entramos hasta llegar a nuestra puerta de embarque, miles y miles de personas esperando trenes, más algo más de otra hora hasta que subimos al tren, eso si, lo pasamos genial, un grupo de jóvenes nos dio charla, no dejaban de preguntarnos por cosas, ansiosos de descubrir nuestro mundo, y por supuesto, repertorio fotográfico con ellos, para llevarse de recuerdo a su casa.
La verdad que los pobres nos intentaron ayudar en todo lo posible, y se desilusionaron cuando se enteraron que íbamos en vagones diferentes, querían venirse con nosotros todo el viaje.

Chengdu

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Después de 12 horas de tren, eso sí, esta vez en litera, llegamos a las 5 de la mañana a Chengdu. Nunca habíamos imaginado el poder ver a tanta gente a esa hora del día, era impresionante, creo que ni en los Carnavales de Tenerife hemos visto a tanta gente por la calle a esas horas de la madrugada, pero ya se sabe, estábamos en China y aquí hay mucho chino.  Con más sueño que otra cosa en busca de alojamiento ahí estábamos nosotros, taxi para arriba, taxi para abajo y los alojamientos buscados estaban a full, hasta que decidimos quedarnos en el hostel Nova Traveller’s Lodge para descansar. El chico de la recepción nos aconsejó que esperásemos hasta las 9 de la mañana porque nos comentó que solían haber salidas, Y tenía toda la razón, (menos mal), una bonita habitación sin desayuno, no importa, el lugar era inmejorable, muy bien situado, muy limpio y a muy buen precio.

chengdu

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Para los que no lo sepáis, Chengdu es la capital de la región de Sichuan. Una de las ciudades “grandes” de China más bonitas. Para tener una población superior a los 4 millones de habitantes, cuenta con un ambiente muy relajado, bonitas zonas verdes, amplias avenidas y una relativa zona antigua ya que gran parte del casco antiguo no es que esté rehabilitado, sino que lo han construido nuevo con la arquitectura antigua que dominaba la región, práctica muy habitual en este país, aún así, es una de las ciudades chinas mejores para descubrirla paseando, aunque cuenta con un buen y eficiente transporte público.

Esta ciudad la suelen usar los viajeros como punto base para recorrer la región de Sichuan, para organizarse antes de dirigirse hacia el Tíbet, para ir a visitar al Gran Buda de Leshan y sobre todo la joya de la corona de esta ciudad, los osos panda gigantes, ya que aquí cuentan con el Centro de Investigación para la cría del Panda Gigante, una de las razones principales que nos trajo hasta aquí.

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Para llegar hasta el Centro de Investigación para la cría del Panda Gigante tomamos frente al hostel el bus nº 87 hasta Zhaojuesi, que es el final del trayecto y allí cambiamos y pillamos el nº 198, aunque también hay otros buses que os llevan, solo con preguntar os dicen cuales son.

El bus nos dejó justo en la puerta del centro, las entradas nos costaron 60 yuanes y Álvaro pagó como adulto (teniendo 11 años), parte de este dinero se incluye en el programa de ayuda a la investigación que llevan a cabo en el centro. Nos recomendaron que fuésemos temprano, por dos cosas; hace menos calor y también porque entre las 8 y las 10 de la mañana, es cuando les dan de comer a los osos fuera de sus habitáculos y es más fácil verlos y fotografiarlos.

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Dicho y hecho, ahí estábamos desde bien temprano por la mañana, disfrutando de la gran experiencia de ver a los ositos panda revolcándose por el suelo mientras degustaban unas riquísimas hojas de bambú, algo de lo que en muy pocos lugares del mundo puedes disfrutar.

Os podéis imaginar como lo disfrutó Álvaro, sus ojillos hacían chiribitas de la emoción, fue un gran día para él, algo que recordará siempre, algo único, algo por lo que sin duda mereció la pena sacrificar a Shanghai.

Este centro es como una especie de zoo gigante, repleto de zonas verdes. En él viven 50 pandas gigantes y otros tantos pandas rojos, estos últimos son como una mezcla de osos y zorros. Los conocíamos de verlos en fotos, pero desconocíamos que se tratase también de osos panda.
Siguiendo los numerosos senderos que los rodean los puedes ir viendo, eso sí, aunque no sean jaulas están separados por unos fosos gigantes adaptados a su hábitat para que los visitantes no corran ningún tipo de peligro. Los panda, no se encuentran enjaulados, viven en espacios abiertos integrados con la Naturaleza, aún así no hay duda de que pese a los esfuerzos de los conservacionistas, los osos panda sufren tanto por la cautividad que llegan a parecer apagados. Este centro cuenta con una zona de cría y en él te explican como es el proceso que siguen para que el resultado sea todo un éxito ya que el fin de este lugar es conseguir la reproducción y cría de este animal, en pocas palabras, conseguir que esta especie no desaparezca.

Para que os hagáis una idea de la importancia de este centro, solo en el año 2013 nacieron en él 20 nuevos ositos, los científicos aseguran que el corto ciclo reproductivo del Panda hace que sea muy difícil su cría en cautividad. El exitoso programa chino registra un 98% de mejora en los niveles de supervivencia del panda cautivo.

chengdu

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El recinto también cuenta con una sala gigante de exposiciones fotográficas muy guapa dedicada íntegramente a la naturaleza, merece la pena recorrerla y donde por casualidad conocimos a David, un chico español autor del blog pasaporte y mochila, un gran viajero que estaba dando la vuelta al mundo y que lo conocimos en sus últimas semanas de viaje. Regresamos a la ciudad con él y aprendimos muchas cosas, nos dio grandes consejos para continuar con nuestro viaje.

Fue un gran día el que pasamos junto a estos adorables animalitos, sin duda este centro es un lugar ideal para visitar con nuestros niños, para que conozcan de cerca a estos ositos que más que parecer reales parecen de peluche. Una experiencia inolvidable para toda la familia.

Una vez más, tuvimos mucha suerte con la elección, mereció la pena llegar hasta aquí.

NOTA.-  Chengdú cuenta con aeropuerto internacional, tenéis vuelos desde las principales ciudades de China. Hasta esta ciudad se puede acceder por tren y bus desde casi cualquier punto del país. Ya han acabado la linea de tren de alta velocidad que la hace llegar hasta Shanghai y que en poco tiempo la levará hasta el Tibet. Moverse por la ciudad es muy fácil ya que cuenta con dos lineas de metro y buses locales hasta cualquier rincón. También se puede usar los taxis, en la ventanilla de atrás de éstos hay una pegatina con las tarifas de bajada de bandera y lo que cobran por kilómetro, os facilitarán un recibo una vez usado.

Familias, los osos panda os esperan!