El Sendero del Bosque Encantado, es el nombre con el que popularmente se conoce al sendero de La Ensillada-Cabeza del Tejo (nombre oficial). Este sendero forma parte de la Reserva del Pijaral dentro del Parque Rural de Anaga. El Bosque encantado, es uno de los senderos más conocidos y conforma el bosque de laurisilva mejor conservado de Tenerife.

Sendero del Bosque Encantado- Un lugar donde el tiempo se detuvo hace millones de años

Situada al noreste de la isla de Tenerife, La Reserva del Pijaral, conforma uno de los lugares más enigmáticos y valiosos de la isla ocupando una  extensión de 300 hectáreas. Antes de comenzar nuestro paseo por el Sendero del Bosque Encantado, dejaremos el coche en La Ensillada. No hay ninguna señalización que indique este lugar, pero no tiene pérdida. Es fácil de localizar, está a 3 kilómetros del último cruce en la misma carretera de Chamorga y en el margen izquierdo de la carretera tiene unas pequeñas, pero visibles escaleras.

No os preocupeis a la hora de aparcar el coche, en la misma carretera hay amplios márgenes de tierra. Si quieres también lo puedes dejar por fuera del Albergue de Anaga que se encuentra cerca. El Sendero del Bosque Encantado comienza en la zona conocida como “La Ensillada”.

Sendero del Bosque Encantado

Se trata de un sendero circular de poco menos de 7 kilómetros y con una dificultad entre baja y media. Los desniveles son casi inexistentes, pero suele estar embarrado en algunos tramos. Un sendero lleno de magia que sin duda hace las delicias de toda la familia incluidos los niños. El primer tramo transcurre por un ancho sendero que va paralelo a la carretera. Casi sin darnos cuenta, se va adentrando por el espeso bosque y se convierte en un camino cada vez más estrecho.

Transcurridos unos 20 minutos, nos encontramos con un desvío a la derecha que no debemos tomar, lo dejamos y seguimos en linea recta. Unos pocos metros más adelante, el sendero nos acerca hasta el Roque Chinobre. Si seguimos avanzando llegamos hasta el Roque Anambro. Nuestra ruta continúa hasta el Mirador del Tejo y una vez llegados a este punto toca dar la vuelta y regresar.

Sendero del Bosque Encantado

El tiempo que emplearemos en recorrer el Sendero del Bosque Encantado se estima entre 2 y 3 horas. A pesar de su corto recorrido, las paradas son numerosas. Cada recodo del sendero invita a detenernos y nos hace apretar una y otra vez el disparador de la cámara de fotos.

La Reserva del Pijaral y el Sendero del Bosque Encantado, son uno de los principales reclamos para los amantes de la Naturaleza. Este mágico lugar, reúne la mayor colección de flora del periodo terciario. Grandes helechos de intenso color verde llamados Píjaras,(de ahí el nombre de la reserva), son los auténticos protagonistas de este Espacio Natural Protegido.

No hay que quitarle mérito al aterciopelado musgo que con sutileza recubre los troncos de los árboles, dándoles un aspecto fantasmagórico. Otras especies de flora que acompañan a la laurisilva son, los saucos, brezos, viñátigos, aceviños, tejos y laureles, algunos de estos son endemismos de este rincón de la Macaronesia.

Sendero del Bosque Encantado

En fin, que cuando paseas por el sendero te da la sensación de que pudiera tratarse perfectamente de un lugar habitado por los temidos dinosaurios. No es de extrañar, si tenemos en cuenta que se trata de un tipo de bosque que poblaba hace millones de años Europa y el norte de África. Por desgracia hoy en día ya quedan pocos en el mundo, de ahí su importancia.

Ya sabemos que dinosaurios no hay, pero si, esta zona se caracteriza por albergar una extensa vida animal. Invertebrados endémicos como los escarabajos y las arañas conviven en perfecta armonía con las numerosas aves que pueblan el lugar. Esta reserva, es la elegida por la Paloma Rabiche y la Paloma Turqué, (especias que habitan en espacios de laurisilva y se encuentran en peligro de extinción). A los anteriormente mencionados, les acompañan el Pinzón Común, las aguilillas, los gavilanes y las gallinuelas.

La conservación casi impecable de la que disfruta el Bosque Encantado, se debe principalmente a su gran masa forestal. Las nubes y los vientos alisios la proveen de suficiente humedad al chocar contra las montañas. Debido a este fenómenos, aquí se puede observar la llamada lluvia horizontal.

La Reserva del Pijaral y el Sendero del Bosque Encantado, forman parte del Parque Rural de Anaga, este a su vez, Reserva de la Biosfera por la Unesco. Este parque tiene una extensión aproximada de 14.500 hectáreas. Abarca los municipios de Santa Cruz de TenerifeSan Cristobal de La Laguna y Tegueste. Todas ellas merecedoras de una visita para conocer su historia y como no, descubrir la sabrosa gastronomía tinerfeña. Mar y montaña, todo en uno.

Sendero del Bosque Encantado

Playas de Anaga

Sendero del Bosque Encantado

GUÍA PRÁCTICA

No dejes de…

Visitar el mirador de La Cruz del Carmen y El Pico del Inglés. Desde aquí contempla las impresionantes vistas hacia El Teide. También es importante que le dediques una visita al Centro de Visitantes situado en la Cruz del Carmen.

Como llegar

Desde Santa Cruz de Tenerife, dirección a San Andrés y por la carretera TF-12 subimos hasta El Bailadero. Una vez aquí, cambiamos a la TF-123 en dirección Chamorga.

Desde San Cristobal de La Laguna, deberemos coger la carretera TF-12, subir hasta El Bailadero, posteriormente cambiarnos a la TF-123 en dirección Chamorga. Si no disponemos de vehículo propio también podemos acceder en bus.

Cuando ir

Como ya sabéis a Tenerife se la conoce como la isla de la eterna primavera. En cambio, esta zona de la isla suele ser lluviosa durante el otoño y el invierno. Las temperaturas suelen estar un poco más frescas, pudiendo llegar a los 10º de mínima sobre todo en invierno. El resto del año hace calor y sobre todo mucha humedad. Se aconseja llevar unas buenas botas para evitar los resbalones, un chubasquero y agua.

Que ver

– La Jurada, una piedra que en el pasado era utilizada para elaborar carbón vegetal.

– Roque Chinobre, se trata de un pitón volcánico. Desde aquí, si la niebla lo permite, disfrutamos de unas inmejorables vistas panorámicas.
– Roque Anambro de aspecto parecido al anterior por tratarse también de otro pitón volcánico y de 75 metros de altura.
El Mirador del Tejo, una espectacular terraza con vistas a los Roques de Anaga y el Océano Atlántico.

Donde dormir

Debido a la proximidad con la capital de la isla, Santa Cruz de Tenerife, podemos optar por alojarnos en alguno de sus numerosos hoteles. Silken AtlántidaNhHotel Mencey, Hotel TaburienteBarceló Contemporáneo, todos ellos situados en el centro de la ciudad.

En San Cristóbal de La Laguna, el Laguna Nivaria y La Terrera Hostel, situados ambos en el casco histórico.
Dentro del Parque Rural de Anaga a pocos kilómetros de la Reserva del Pijaral, nuestra elección es el Albergue Montes de Anaga. Un lugar idílico entre montañas, muy solicitado, por lo que se aconseja reservar con tiempo.

Donde comer

Muy cerca de la zona, se encuentran varios lugares donde degustar la exquisita gastronomía canaria. Sin duda, un inmejorable broche de oro a esta excursión.
Por proximidad, el Albergue Montes de Anaga es una buena opción, ya que dispone de restaurante donde poder comer. Si se quiere probar algo típico, en  Bar Los ChurrosCasa Fernando, se comen unos churros de pescado buenísimos.

Información importante

Autorización para acceder a la Reserva del Pijaral

Si se desea visitar la Reserva del Pijaral y el sendero del Bosque Encantado deberemos de solicitar un permiso. Se trata de un lugar con especias únicas en el mundo y así se consigue controlar en número de personas (máximo 45), que transitan por él a lo largo del día.

Este permiso podrá ser requerido por los agentes de Medio Ambiente. Es gratuito y la falta de esta autorización, nos puede llevar a tener que pagar una multa de hasta 601,01€.

Para solicitar la autorización, debemos entrar en esta página del Cabildo de Tenerife:
http://www.tenerife.es/portalcabtfe/es/ ponemos Pijaral en el buscador, pulsamos “Tramite por internet” y solo nos queda seguir los pasos que nos indiquen.

Bueno amigos, ya tenéis otra excusa para venir a Tenerife, una fuente inagotable de maravillosos rincones.