La otra cara de Angkor Wat
Angkor Wat sin duda alguna, la mayor estructura religiosa construida y uno de los tesoros arqueológicos más importantes del mundo. Declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 1995.
Poder recorrerlo y admirar su majestuosa belleza, sin duda era uno de nuestros mayores deseos durante este proyecto del #Asiapara3 y no nos defraudó en absoluto, su belleza y grandiosidad no tiene límites.
Pero en este post no queremos describir la historia de este lugar, ni tampoco queremos contaros sus rincones más espectaculares, porque entre otras cosas, hay cientos de post que hablan sobre ello y muy bien redactados por cierto. En este post os queremos transmitir la otra cara de Angkor Wat, la cara negativa que nosotros los miembros del equipo de Unmundopara3 quizás desde la perspectiva de padres pudimos apreciar durante los tres días que duró nuestra visita al recinto.
Siempre recordaremos este lugar no solo por su extrema espectacularidad y belleza, sino también por la enorme tristeza que nos produjo el ver como decenas de niños y sobe todo niñas eran explotados indiscriminadamente supuestamente por sus padres haciéndoles «trabajar» vendiendo souvenirs a los visitantes, en vez de estar en la escuela. Les vimos llegar montados en las motos a las cinco de la mañana para poder ofrecernos un suculento desayuno mientras esperábamos a que el sol apareciera por detrás del majestuoso templo de Angkor Wat y les vimos quedarse allí hasta la hora del cierre.
Nosotros como tales, fuimos abordados a cada paso por varios de ellos que no paraban de repetir la misma cantinela en varios idiomas «one dollar» «one dollar», ¡cómpreme por favor! , desplegar un abanico interminable de postales y pulseras y como no, mostrarte unos bonitos magnetos para la nevera.
Sin duda, esto nos hizo reflexionar…
Antes de venir a Camboya creíamos que lo habíamos leído todo sobre Angkor Wat, pero ahora nos damos cuenta de que no era así, nunca nadie nos contó esta parte de la película. Lo que hemos visto, nos ha hecho pensar que quizás lo que les sucede a estos pequeños/as, no importa tanto al resto del mundo como el poder llevarse a casa bonitas fotos para el recuerdo de un lugar tan espectacular.
Nos hemos preguntado delante de una buena taza de café, ¿porque nadie dice nada?, ¿ninguna institución se da cuenta de este grave problema?. Nos consta que alguna de ellas se dedica a orientar a los pueblos para que lleven a cabo una gestión más eficaz de su propio desarrollo y muy especialmente en apoyar la alfabetización, colabora además en formar al profesorado, apoya la construcción de escuelas y el equipo necesario para su funcionamiento.
Señores!!!, miremos de frente a este problema, démonos cuenta que si seguimos permitiendo que estos niños y niñas se dediquen a vender souvenirs a los visitantes, y a su vez éstos por pena les compren, o lo que es mucho peor, que les den dinero, estas criaturas jamás serán llevados a la escuela!, ¿Donde está entonces la coherencia en todo esto?, ¿donde empieza y termina la labor de estas macro instituciones?.
Angkor Wat, no nos dejó indiferentes ni en lo bueno ni tampoco en lo malo.
Muy buen post, me he quedado impresionada. Realmente es para reflexionar sobre esta realidad. Muchísimas gracias por hablar de estos temas! Un gran abrazo a los tres.
Gracias, creímos que debíamos de contarlo, a nosotros nadie nos lo había dicho y la verdad con el tema niños estamos bastante sensibilizados y nos decepcionó un poquito.
Gracias por pasarte por el blog, un fuerte abrazo viajero!!!
Por desgracia Camboya es uno de los países donde la explotación infantil está a la orden del día. Por no hablar de la prostitución, de los niños de la basura…es escalofriante ver todo esto y no poder hacer nada, ya que es el gobierno el que permite que esto exista. Nosotros visitamos una ONG del gobierno y fue decepcionante. Pero no todo es malo, existen muchas organizaciones sin ánimo de lucro en las que si se puede confiar. Realmente Camboya no deja indiferente a nadie. Un abrazo!
Tienes toda la razón, hay gente, que no el gobierno, que se preocupa por este tema, precisamente nosotros estuvimos en contacto con una ong de Tenerife que trabaja en ello. Que tristeza con lo bonito que es el país y la buena gente que tiene, me cachis!!!!
Gracias por pasarte por el blog, un abrazo viajero desde Malaysia!!!
Tengo una amiga que visitó Angkor hace unos años y algo me contó de todo esto por eso me imaginaba que vuestro post, con el título que tenía, alguna referencia haría evidentemente.
Qué situación más dura habéis vivido, verdad? Yo que tengo dos hijos pequeños no me lo quiero ni imaginar; se me hace un nudo en la garganta sólo de pensarlo.
Sólo espero de todos modos que la imagen que guardéis en la mente sea la de la belleza de ese sitio, la espiritualidad que seguro transmite, y que a pesar de todo haya merecido la pena. Un saludo.
Por supuesto que mereció la pena visitarlo, volveríamos una y mil veces, pero como padres y habiéndolo visitado con nuestro hijo que se quedó bastante fastidiado, no podíamos dejar pasar la ocasión de comentarlo.
Gracias por tu comentario un abrazo viajero desde Malaysia de los 3!
Un beso muy fuerte para vosotros también y a Alvaro le quiero decir que siento mucho esa sensación amarga que se le quedó, quizá agridulce por la contradicción de lo bello del lugar y lo trágico de sus gentes, pero que esté feliz por tener la oportunidad de vivir esta experiencia con sus padres y por todo lo que ella le va a enseñar.
Ánimo chicos y adelante!
Muchas gracias Aitziber, Álvaro está encantado con este viaje, han sido cuatro meses de experiencias inolvidables para todos, pero para él en particular. Cuatro meses en las que ha aprendido lo difícil que es para mucha gente el día a día en China, Laos o Camboya, siempre fue un niño muy tranquilo y respetuoso con todo y con todos, pero hoy por hoy es un jovencito encantador al que le encanta viajar y compartir con los lugareños ratos inolvidables.
Pronto volveremos a casa pero en nuestros corazones siempre estará este asiapara3 sin duda un gran reto como viajeros y sobre todo como familia.
Un abrazo viajero muy muy fuerte!!!!
Me encanta este artículo! No es que los demás no me gusten, pero salirse de lo típicamente turístico para mostrar la realidad de un sitio, lo que realmente habéis visto o sentido, merece un aplauso!
Lamentable que estas cosas sucedan. Gracias por contarlo.
Un abrazo!!
Gracias Victor, no sabíamos como enfocarlo pero lo hemos escrito desde el corazón tal y como solemos hacerlo siempre. Como personas y sobre todo como padres necesitábamos escribirlo.
Nos alegramos de que te guste.
Un abrazo desde Malaysia
Con un nudo en la garganta y una bola en la boca del estómago, termino de leeros. Es terrible.
La teoría nos la sabemos todos pero en la práctica.. ahí están esos niños.
Una pena.
La misma sensación se nos quedó a nosotros, que pena!!! Que un lugar declarado Patrimonio y con tantas y tantas visitas y que no se haga nada al respecto es una verguenza!!!
Gracias por pasarte por el blog y por tu comentario.
Desde Malaysia recibe un fuerte abrazo viajero!!!
Chicos! Nos gusta mucho como habeis enfocado este post. Contenido original muy bien redactado. Contando la realidad que todos hemos vivido en Ankor y que como decís se nos pasó por alto eclipsada por la belleza de los templos.
Enhorabuena!
Muchas gracias chicos!!!
Era una espinita que teníamos clavada desde que visitamos ese bello lugar. Quizás haya influido en nuestra visión el haberlo visitado con nuestro hijo y los comentarios de éste al respecto.
Un fuerte abrazo viajero de los 3, sois fantásticos!!!!
Feliz viaje!!!!!
Un artículo muy interesante estoy totalmente de acuerdo con vosotros, desgraciadamente esa situación se dá en muchas partes del mundo o al menos yo la he visto en varias (Egipto, India, Birmania…) y la culpa deberíamos plantearnos todos quién la tiene y en mi opinión, la tenemos todos, porque esos niños no estarían ahí si nadie les hubiera dado nunca un dollar o un lápiz o cualquier otra cosa… pq los que han hecho que los indígenas nos vean como saquitos de dinero son los propios turistas.
Hace 10 años visité Birmania y me pareció que estaba en otro mundo la gente alucinaba con ver un occidental, te abrían las puertas de su casa y no esperaban NADA a cambio más que tu compañía… los niños eran una delicia que no se atrevían casi ni a mirarte, pues bien, ya había quién iba con el chip de voy a salvar el mundo e iba regalando lápices de colores y caramelos a diestro y siniestro y si les intentabas hacer ver, que era lo mismo darles dinero que darles lápices, te decían que no tenias corazón que cómo iba a ser lo mismo. Hoy me consta que en las zonas más turísticas de Birmania los niños pasan largas horas vendiendo souvenirs… 🙁
Y eso lo ha creado el turismo, el turismo NO RESPONSABLE así que hemos de ser responsables y coherentes, porque todo en esta vida requiere un esfuerzo y si cuando viajamos, para calmar nuestras conciencias, cada vez que nos extiendan la mano regalamos un lápiz, un caramelo o un dolar, lo único en que les ayudamos es en echarlos a la calle a mendigar… y yo soy la primera que he tenido tentaciones de regalar de todo hasta de dar dinero porque da mucha pena, claro que si… pero si realmente se quiere ayudar se ha de acudir a una ONG y allí les das los 200 lápices que llevabas o los 20€ que hubieras regalado niño a niño…
¿donde empieza y termina la labor de estas macro instituciones? yo no lo sé, no sé la solución… lo que si sé es que la culpa es del turismo, y que la solución pasa por dejar de creer que nuestras limosnas les solucionan la vida…
Totalmente de acuerdo contigo Tania. Seguimos pensando que las instituciones deben de quitar a esos niños de ahí para siempre. Por supuesto que el turismo tiene la culpa de muchas cosas de este tipo, aunque he de decirte que en los tres días que estuvimos nosotros en Angkor, nunca vi a ningún turista ni comprarles ni darles nada de lo cual nos alegramos.
Muchas gracias por tu extenso e interesante comentario, nos satisface ver compartir vuestras opiniones.
Desde Malaysia te mandamos un fuerte abrazo viajero de los 3!!!
Un gran post que te hace reflexionar sobre el mundo en el que vivimos y las diferentes realidades a las que nos enfrentamos cada uno.
A mí se me parte el corazón con estas cosas… y no hay que irse al quinto pino, aquí, en Madrid, también te encuentras algún niño mendigando… Un abrazo familia
La verdad, hoy por hoy y por desgracia en España también sufrimos este tipo de penurias el ver como los niños son utilizados como ganchos por sus padres.
Muchas gracias por pasarte por el blog y dejarnos un comentario.
Desde Malaysia te mandamos un fuerte abrazo viajero de los 3!!!
Que triste realidad, me ha tocado reflexionar lo mismo que uds, en mi ciudad. Viví casi toda mi vida en Buenos Aires, viajando desde Merlo ( provincia) a Capital ( 50 km) en tren y subte (metro). En en estos medios de transporte de ciudad, está lleno de pequeños vendiendo todo tipo de productos o pidiendo dinero. Al principio les daba dinero pensando que los ayudaba, pero luego reflexionando entendí que si el estado no se encarga de proteger la niñez de estos pequeÑos, la responsabilidad cae en la sociedad. Duele, parece que uno quisiera ignorarlos, pero al no darles dinero, al cortar la cadena de la explotación, uno tiene la esperanza de que no suceda más.
Estamos contigo, la infancia hay que protegerla pero no potenciando a que estos niños sigan en la calle mendigando para eso están los gobiernos y las instituciones que se supone que tienen que actuar.
Gracias por pasarte por el blog y dejar este sentido comentario de tu experiencia particular.
Un abrazo!!!
Por desgracia, este deplorable hecho no es exclusivo sólo de Angkor. El turismo de masas lo favorece de forma desmesurada y unos pocos dólares posiblemente aporte unos ingresos a las familias que les ayuden a subsistir. Ojo! no lo estoy defendiendo ni muchísimo menos porqué a nosotros también los causó una rabia tremenda. Es más, no niego la belleza incomparable de los Templos de Angkor pero en líneas generales no es lo que más me gustó de Camboya y supongo que se debe a esta mezcla de sensaciones. Ni en las tierras de Mondulkiri, ni en Kratie, ni en Battambang, ni en Kampong Chhnang o Kampot vimos nada similar y son igual de pobres o más que en el resto del país. Allí donde llega el turismo de masas de forma descontrolada y el dinero fácil todo se acaba deteriorando si no se ponen unas buenas medidas de control. Y en parte, creo que todos somos un poco responsables de ello.
Me ha gustado mucho el post porqué muchas veces nos quedamos con lo más superficial de los viajes o, como mínimo es lo que mejor se nos da explicar en los blogs.
Un abrazo
Cuanta razón!!! Muchas veces cuando se habla de Camboya enseguida nos referimos a Angkor, de echo, mucha gente solo visita Angkor cuando viaja al país. Camboya es mucho más que esa maravilla, hay muchos rincones como los que nombras en los que la gente aunque extremadamente pobre, aún conserva esa actitud afable y nada interesada. De echo nosotros terminamos en casa de la familia del chico del tuctuc en Kratie.
Que asco da Don dinero!!!!
¿Qué llevas en la maleta, caramelos o lapiceros? Cada vez que les damos de lo primero, contribuimos a que pasen más tiempo vendiendo que aprendiendo… Cada viajero es, somos, la gotita de agua que poco a poco horada la piedra… Cada actitud, en esto más que en cualquier otra cosa, cuenta. Pueblos alfabetizados son pueblos libres y consecuentes…
Nosotros nunca hemos llevado nada de eso, lo más que hemos hecho es dar de merendar a un grupo de niños cuando juegan con Álvaro y éste ha estado comiendo alguna cosilla, galletas o yogures, nos ha pasado en Chiapas y también en otros lugares.
Gracias por pasaros por el blog, un abrazo!!!
Hola a los tres! Dar o no dar algo a los niños…es de dificil decisión, sobretodo cuando no sabes si alomejor dándoles algo cubres una necesidad básica para ellos y es lógico que pensemos que deberían ir al colegio. Pero vamos a lanzar un pensamiento que nos viene a la cabeza: nuestros padres, o nuestros abuelos, muchos de ellos tuvieron que dejar de estudiar para ayudar a sus padres y eso ha pasado aquí, hace no tantos años. Entonces era algo normal y una realidad a la que casi nadie (sobretodo en los pueblos) veía con recelo. Es un apunte, nada más, pq a veces parece q aquí siempre hayamos bien (aunque ahora nos quejemos de todos los recortes)!
Gracias por hacernos pensar, nos ha gustado mucho este post! Aprovechad lo que os queda, que esta aventura es única! Abrazos
Tenéis razón, pero de cuando nuestros abuelos o incluso nuestros padres han pasado de 50 ó 100 años, todo cambia y evoluciona, lo que antes se veía como normal hoy en día es una locura. Las instituciones deberían de meterle mano a esto y sobre todo los turistas ser conscientes de que si estos niños llegan a casa con dinero, esto nunca se acabará, a nosotros nos parece una vergüenza que la Unesco por ejemplo contemple esto impasible.
Ay amigos que poquito nos queda, pero que cantidad de recuerdos, vivencias y sentimientos nos llevamos en las mochilas de este #asiapara3
Muy buen post!!!!! Nosotros leímos sobre este problema en Marruecos y desde entonces no compramos ni damos dinero a los niños. En su día leímos que si el turista quiere ayudar, lo que hay que hacer es dar esas ayudas a colegios u orfanatos, porque si se dan directamente a los niños de la calle se fomenta que este niño deje de ir al colé para seguir pidiendo por la calle.
Es una pena que muchos turistas lo sigan haciendo. Un Abrazo!!!!!
Bien hecho, por desgracia hay gente que todavía hace oídos sordos a estas recomendaciones. Nosotros lo más que hemos hecho es compartir alguna galleta, si coincide que nuestro hijo está comiendo y se le acerca algún pequeño.
Gracias por pasaros por el post y por vuestra actitud.
Un abrazo!!!!
Es terrible observar que esto se repite en varios lugares del mundo donde los niños son enviados a «trabajar» por sus propios padres o los adultos que los tengan a su cargo. ¿Será porque a uno le da más pena un niño vendiendo o pidiendo dinero? Me ponen muy triste estas cosas, y a su vez me deja un sentimiento tonto de culpa, porque yo tuve la oportunidad de vivir una vida plena cuando era niña, de ir a la escuela y luego a la universidad. Esos niños seguramente apenas puedan leer y escribir.
Agradezco la «otra cara» de Angkor Wat, esa que nadie nos cuenta. Saludos y que sigan bien el viaje!
Nair, por desgracia eso es así, la gente sabe que no hay nada más triste en el mundo que ver sufrir a un niño y de eso se valen. En Angkor vimos niños vendiendo que no superaban los 4 años, es una auténtica aberración. Somos unos afortunados, tu lo has dicho.
Gracias por pasarte por el post y dejarnos tu opinión.
Un fuerte abrazo viajero de los 3!!!
Es bastante frustante ver estas situaciones. Pero no solo se ven en Angkor Wat, sino en cualquier pais del Sudeste Asiático, se ven situaciones de este tipo y tienes la sensacion de no poder hacer nada contra ello.
Es una pena que en los tiempos en los que estamos, se hagan ese tipo de cosas a niños inocentes que tristemente no tienen otras opciones, porque se ven obligados a ello.
Ojala algun dia esto pare y esos niños vean la vida con otros ojos y no la de vendedores callejeros.
Un saludo familia 🙂
Tienes razón Carlos, lo que a nosotros más nos fastidió de Angkor es que es patrimonio de la humanidad desde hace mogollón de años, concho!!! que mejor patrimonio que nuestros niños para cuidarlos, ellos están indefensos ante todos estos abusos, en fin mi niño,que le vamos a hacer, la visa es así de injusta y cruel con muchos.
Recibe un fuerte abrazo de los 3!!!
Gran reflexión y de gran humanidad. Es muy triste que pongan a los niños a perseguir turistas para ganarse la vida. Es muy triste que sigan existiendo niños en estas condiciones. Desgraciadamente, Camboya es, y no muy lejos del primero (Myanmar), el segundo país más pobre del sudeste asíático. Hay muchas ONGs trabajando allí, pero hay cosas de base que sólo se solucionarán cuando la población reciba una educación adecuada. Es el mismo error que se comete queriendo crecer a costa del turismo y la construcción sin control de resorts destrozando sus paisajes. Si falla la educación, falla todo. Una pena que no se haga más por remediar este tipo de situaciones.
Un saludo y gracias por esta estupenda reflexión.
Gracias Eva, tienes toda la razón, hasta que el pueblo no esté educado y sobre todo concienciado en este tipo de problemas no hay nada que hacer, Angkor nos encantó, pero también nos desilusionó un poquitín con este tema, en fin….
Gracias una vez más por tu comentario, te mandamos un caluroso abrazo desde Malaysia!!!
Este es un tema delicado, del que hay que tener bastante información para abordarlo y no formarse criterios a la ligera.
Leo el post, y leo los comentarios y estoy de acuerdo en algunas cosas y en desacuerdo en otras.
En Camboya, los horarios de escuela están divididos en turnos de manaña y tarde y se van alternando semanalmente, es decir… el niño que va al colegio por la mañana una semana, la semana siguiente va por la tarde. ¿Porqué se hace así? Pues para que los niños puedan ayudar a las tareas de los adultos… agricultura, pesca, ganaderia, comercio o lo que sea.. ¿Esto es malo? Bueno.. visto desde el punto de vista occidental si lo parece, pues inmediatamente se nos viene a la cabeza la explotación infantil, pero realmente no lo es tanto puesto que se trata de su propia identidad cultural y se lleva haciendo así miles de años.
Además… no hay que irse a Camboya para ver a niños ayudar en las tareas del hogar. En España, hasta hace menos de 50 años, los niños ayudaban a los padres en el campo, con el ganado, etc… ¿De que nos alarmamos?
¿Cuantos días estuvisteis en Angkor Wat para sacar la conclusión de que existe explotación infantil?¿Sabíais si era un día festivo en la escuela?… son detalles importantes. Yo conozco familias camboyanas que viven a la sombra del turismo de Angkor, familias que tienen niños pequeños y se a ciencia cierta que esos niños están escolarizados.
De hecho Camboya no es un lugar del mundo en el que la no escolarización de los menores sea un dato excesivamente grave.En Camboya el 89% de los niños están escolarizados según los datos de UNICEF, y hay muy pocas cosas buenas que haya aportado el gobierno de Hun Sen a este país, pero una de ellas sin duda es la concienciación de que el futuro del pais está en manos de los pequeños, y que estos deben ir a la escuela.
¿Se puede hacer mejor? Definitivamente sí, infinitamente mejor, la situación es mala, pero no trágica… y no precisamente en Angkor Wat.
En los comentarios he leído acerca de las ONG como si estas fueran la salvación y el cauce para hacer llegar ayuda a estos niños…. que equivocados estáis. Los niños a los que atienden las ONG no son precisamente a los niños que viven en familias estructuradas, al contrario.. se atiende a los que viven en familias desestructuradas, están sólos o casi, son abandonados o están en situación de desamparo. Esto no encaja en absoluto con los niños que rodean Angkor Wat.
Con las ONG hay que tener muchísimo cuidado porque hay muchas ONG y muy distintas… nos quejamos de los niños explotados y después resulta que hay infinidad de ONGs que explotan a los niños para conseguir fondos… Esto es una realidad.
Esos fondos que se donan desde occidente para ayudar a esos niños, en muchos casos van a pagar los Toyota Lexus de los mandatarios de la ONG… Esto es otra realidad.
Quieres ayudar a través de una ONG??? Informate. No todas son iguales!!
Y una de las cosas que me ha indignado más ha sido leer el comentario de Tania Santafosca, que en nombre del «Turismo Responsable» que asemeja el dar dinero o caramelos con dar lápices de colores…. En fin… No le des dinero a un niño. No le des caramelos… pero no le niegues un lápiz! Definitivamente no es lo mismo!
Y no vayas a una ONG con lápices de colores… PREGUNTA a la ONG que es lo que les falta, porque es probable que tengan 300 cajas de lápices, pero igual lo que les falta es jabón… y los lápices llévalos a una aldea perdida, ya verás que contentos se ponen los niños, y los padres. Señorita… No le niegue usted lápices, cuadernos, libros a ningún niño, sea Camboyano o Español..
Una cosa más….
Claro que hay en Camboya explotación infantil, y claro que hay que luchar contra ella. El fondo de esta entrada es muy loable ciertamente, pero la explotación infantil en Camboya no está en los alrededores de los templos…. indaguen un poco acerca de las plantaciones de azúcar cerca de la frontera Tailandesa, y de como se utiliza allí la mano de obra infantil, y en que condiciones. Entonces si que os indignareis de verdad.
Y os lo digo porque aparte de ser viajero, también soy padre, y abuelo.
Saludos.
Hola Sergio,
Gracias por pasarte por el blog y por dejarnos este comentario tan bien redactado.
Te damos la razón total y absoluta en el tema de las ONG, conocemos alguna en España en la que las personas que la gestionan no son trigo limpio, hay que tener mucho cuidado al elegir con la que quieres colaborar.
En cuanto a lo que vimos en Angkor, hablamos con conocimiento de causa, no estamos hablando de ayudar en labores domésticas estamos hablando de pasarse el día al sol trabajando y no nos parece normal que niños tan pequeños, muchos no superaban los 4 añitos estuvieran ahí, sabemos lo que vimos y también sabemos que no solo es un problema de Angkor o Camboya, por desgracia, que hay muchos otros países en el mundo donde existe la explotación infantil, pero en este post hablamos de Angkor no de otro país, a nosotros nos chocó verlo ahí en un lugar patrimonio de la humanidad, donde se supone que los que otorgan esa acreditación son los encargados de proteger los intereses de los menores y sobre todo preocuparse de su alfabetización.
Recibe un abrazo de esta familia que como tal no le gusta ver este tipo de cosas sea donde sea.
Buen post chicos!!. Es curioso, no tengo ese recuerdo de Angkor, recuerdo muchos mutilados de la época del «malnacido» Pot, pidiendo, vendiendo, tocando en pequeñas orquestas. Pero en el complejo no vi muchos niños. No se si serían los horarios, la época, que íbamos con un guía y entrábamos por otras entradas, no lo se…
La realidad de Camboya es tan complicada, han vivido tanto y tan malo estos últimos años que, desgraciadamente, lo raro sería que estas cosas no sucedieran…
En cambio, en la India, era un acoso constante en casi todos los sitios que parábamos. Recuerdo un niño en Fatehpur Sikri, que se me acerco pidiendo dinero. Yo hablaba con ellos, les gastaba bromas, les decía que no le daba dinero a niños, les ofrecíamos lápices de colores, aveces les comprábamos algo de comer, pero caliente porque la primera vez que compramos otro tipo de comida vimos que la intentaban devolver al vendedor para recuperar el dinero… Me dijo que no y me saco un fajo de billetes que podía ser como 300 € al cambio…tenía 5 años de edad. Me dejó frío, recuerdo esa cara y esa expresión…parecía un adulto. Cuando me subí a la fuego, me «harté» de llorar, me sentí tan impotente…
Es difícil ir a un sitio y sacar conclusiones desde aquí, desde mi cómodo sillón de casa y dar lecciones de ética y moralidad a gente que apenas puede subsistir y que viven en esas condiciones. Pero ningún niño merece vivir ese drama y por eso vuestro post creo que es la mejor denuncia que se puede hacer… Desgraciadamente no sucede solo en Camboya. Un abrazo y feliz regreso.
Gracias mi niño!!
Tienes razón también había mutilados tocando en orquestas, vimos varias, sabemos que la situación de Camboya no es fácil pero como bien dices ningún niño se merece vivir esto, llegamos a ver a los adultos tumbados en una hamaca a la sombra y los niños persiguiendo turistas con las cestas llenas de machangadas para venderlas.
Gracias por pasarte por el blog, una abrazo!!!
Es una pena, en muchos paises he visto esto mismo en monumentos muy visitados. Niños y personas mayores, la pena es que las autoridades no hagan nada por ello…
http://itsebcblog.blogspot.com.es/
Totalmente de acuerdo, es una pena!!!
Gracias por pasarte por el blog y dejarnos un coemntari.
Un abrazo de los 3!!!
cuando estuvimos por allí también vimos a varios niños pidiendo. Es algo que las autoridades deberían de erradicar aunque en un país como Camboya lo veo poco probable. Lo que habría que hacer es que nadie compre nada a estas criaturitas… Muy buen post. Un saludo
Sabemos que en países pobres como es el caso de Camboya es casi misión imposible no ver a niños pidiendo, pero eso no quita para que nos disgustara verles ahí en un lugar que encima es Patrimonio de la Humanidad mendigando durante horas y horas a pleno sol, mientras los adultos a la sombra dormían plácidamente tumbados en hamacas.
Muchas gracias por pasaros por el blog y dejarnos el comentario.
Un fuerte abrazo chicos!!
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gracias por el post, podrian haber hecho esta historia como una anecdota dentro de otro, pero ustedes hicieron lo correcto, la anecdota es la historia central… gracias
Muchas gracias amiga! Es contar nuestras sensaciones de lo que vimos. Escondido por la grandiosidad de la zona esta la historia de estos niños y eso fue lo que quisimos plasmar.
Un fuerte abrazo!
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Esa misma impresión me llevé yo cuando fui, y algo que no me esperaba la verdad. Quedé impresionado por los templos pero también por la cara triste de los niños que te persiguen para conseguir dinero. Lo peor es cuando vi a unos turistas que estaban sentados al lado mío mientras cenamos, y una chica del grupo amablemente le ofreció al niño que le pagaría lo que quisiera de cenar, y lo rechazó. Luego me dijeron que son los propios padres que se aprovechan de sus hijos para conseguir el dinero, que les sale más rentable.
Espero que la situación se mejore ya que con el paso del tiempo y que se vaya abriendo más al turismo, el gobierno de Camboya no puede permitir estas cosas que se graban en la mente de los viajeros y que no pueden ayudar tanto como quisieran.
La verdad, nunca hubiéramos imaginado tal cantidad de niños tirados, literalmente a lo largo y ancho del espectacular recinto, la verdad es que es una pena y también una cruda realidad, esperaremos que algún día solo podamos hablar de la majestuosidad del parque.
Gracias por acompañarnos, un abrazo de los 3!!!
Buenas,
Nosotros no hemos estado en Camboya, pero en Tailanda vimos exactamente lo mismo que comentáis. Por suerte tuvimos un gran guía que nos recomendó que no fomentásemos esta actitud y, aunque no teníamos ningún tipo de intención de comprarles nada,nos resultó en cierto modo reconfortante que los nativos sean conscientes del problema y nos lo hagan saber.
Ahora, como bien decís ¿quién se encarga de esto? Mientras haya visitantes que compren, dudo mucho que pueda hacerse algo al respecto.
De momento está claro que alguien tiene que hacer una denuncia pública de la situación, así que ¡enhorabuena por el post!
Está claro que por desgracia donde hay pobreza pasan estas cosas. Llevamos muchos años viajando por paises pobres, pero nunca nos imaginamos que en el interior de un recinto como Angkor hubiera tanto, algo puede, pero tanto no!, nos pareció triste y simplemente quisimos contarlo.
Gracias por tus palabras y por supuesto por pasarte por el blog.
Un fuerte abrazo viajero de los 3!!
Buenas,
En el fondo entiendo lo que quereís decir, pero me haría alguna pregunta al respecto ¿qué es lo que hace que las familias necesiten que sus niños vendan souvenirs a los turistas para sostener la economía familiar? ¿no pensaís que si no les hiciera falta de verdad esta ayuda que los niños les proporcionan los padres estarían encantados de que fueran a la escuela y jugaran como niños que son? No soy padre, pero creo que tengo derecho a dejar esas preguntas en el aire. A veces creo que emitimos (y me incluyo) juicios de valor con demasiada ligereza sin conocer en profundidad la situación de cada lugar que visitamos.
Saludos,
Jon Iradi
Entendemos perfectamente tu pregunta, aunque cuando eres padre y ves a niños tan pequeñitos al sol durante horas vendiendo te afecta de manera diferente a cuando no eres padre. Nuestra denuncia básicamente es que no vemos lógico que unos padres tumbados a la sombra durmiendo placidamente consientan que sus peque trabajen. De todas formas, nuestra critica va mas dirigida al echo de que Angkor wat es Patrimonio por la Unesco y no entendemos que ellos, los de la Unesco permitan esto. No se si has tenido la suerte de visitar esta maravilla de lugar, si no es así el día que lo hagas y si esto no ha cambiado, te darás cuenta que no puedes dar un paso sin que varios niños pequeños te estén agobiando vendiendo magnetos para la nevera.
Gracias por tu opinión, nos agrada ver que la gente se interesa por estos temas que tan tristes resultan, los niños son niños y como tales deberían de disfrutar.
Un fuerte abrazo viajero de los 3!!!
Gracias por tus aportaciones y tus opiniones. Camboya es un país que arrastra uno de los pasados más tristes del planeta y hoy en día es totalmente perceptible en cualquier rincón del país
Es una lástima, pero es así, tal cual lo comentas. Por más lugares que uno visite en el que el problema de la explotación infantil esté presente, nunca nos acostumbraremos a ello.
Un abrazo viajero de los 3!!
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Buen post.
Es lo más duro de visitar Angkor, la tristeza de ver a esos niños y niñas trabajando como adultos, no pudiendo disfrutar de la infancia como debieran.
Por desgracia, estos casos no solo ocurren en Camboya, hay muchos rincones de este mundo donde esta imagen se repite y a nosotros como padres quizás nos afecta de una manera especial. Es una pena pero es así.
Un abrazo amigo y gracias por viajar con nuestro Blog.
¡Muy buen post! No siempre todo es tan bonito e idílico como parece!
En nuestro paso por Nicaragua y México también hemos visto situaciones parecidas, quizá no dan duras, pero si los padres se aprovechan de los hijos para enternecer al turista y que éste le compre! Entre todos podemos aportar nuestro geanito de arena para denunciarlo!
Un abrazo!
Muchas gracias amigos. Por desgracia este problema afecta a muchos países del mundo incluido el nuestro.
Ojalá entre todos tomemos conciencia de este grave problema y ayudemos a mejorarlo ya que para acabar con él hacen falta manos muy poderosas.
Seguimos muy de cerca vuestras andanzas viajeras y sinceramente es una gozada de viaje, disfrutadlo a tope y sobre todo, no dejéis de mostrárnoslo.
Un abrazo fuerte x 3!!
Gran verdad. Sin embargo no puedo dejar de sentir cierta hipocresia en todo esto. Es muy facil culpar a los padres o a su gobierno, al cual por supuesto no eximo de culpa. Pero realmente creo que debieramos ahondar en el problema mirandonos nuestro propio ombligo. Es cierto que se trata de un sitio maravilloso digno de ver por todo ser humano, sin embargo no nos engañemos, los que visitamos estos templos somos la clase media de occidente. No quiero decir con esto que tengamos una mala intención ni que seamos seres despreciables. Pero si debemos admitir de buen grado que cuando visitamos estos impresionantes rincones del planeta somos unos pocos privilegiados que sin querer ofender en absoluto mostramos nuestras riquezas: alojándonos en hoteles, vistiendo una ropa limpia y «nueva» aún tratandose muchas veces de ropa vieja y no muy limpia debida al viaje., nuestras canaras digitales, smartphones y comoendo y cenando siempre en restaurantes debido a lo barato que nos resulta el precio de los platos y de sus productos en general. Creo que esto último es lo que marca sin duda la percepción que puedan tener los habitantes de Camboya en este caso hacia nosotros. Ademas no dejamos de mostrar en sus televisores lo feliz que nos hace en occidente tener al alcance todo lo que queremos. Y con que tipo de mazo vamos a juzgar lo que ellos pueden tener? Seamos honestos y tratemos de entender que hagan todo lo que puedan para sacarnos 4 perras, que es lo que es para nosotros para poder de alguna manera optar a tener una minima parte de lo que nosotros tenemos. Con esto no justifico en absoluto la explotación de los niños, pero parece bochornoso, pero a lo que invito es a cobsiderar que tal vez los culpables seamos nosotros perpetuando este sistema injusto en el qye vivimos donde el norte opulento vive pisando a un sur cada vez más explotado. Por ello os pido que no juzgueis estos problemas cono si su causa fuera ajena a nosotros y si de verdad queremos que esto siga ocurriendo nos planteemos otro sistema en el que prosperar como especia humana.
Ander, a nosotros lo que nos llamó poderosamente la atención que con tantos controles que hay en el interior del recinto, a cada paso nos pedían las entradas, es ver como se permite en un recinto de la UNESCO que esos niños estén de sol a sol todos los días desde el amanecer hasta el atardecer trabajando. Sabemos perfectamente que la economía de estos paises es muy precaria y que tienen que buscarse la vida como pueden y que a lo mejor y gracias también a los que viajamos allí contribuimos a que hay mucha gente lugareña se beneficie de nuestras estancias, durmiendo y comiendo en lugares que en la mayoría de los casos son regentados por familias del lugar. Este problema de la explotación infantil lo hay en muchos países del mundo y lo hemos visto en las calles de muchos de ellos, pero nunca lo habíamos visto dentro de un recinto supuestamente controlado por instituciones tan importantes y que tanto luchan contra estos temas.
En fin, que hemos leído por parte de muchos viajeros criticar la tristemente explotación de animales en el mundo y no tanto la explotación de los niños y que a nosotros como padres nos afectó especialmente.
Gracias por pasarte por el blog una vez más y dejarnos tu opinión. Ojalá algún día no tengamos necesidad de hablar de estos temas, porque ya no existan, aunque mucho me temo que por desgracia no va a ser así.
Hola Unmundopara3,
Gracias por haber contestado a mi comentario y perdón por haber tardado en contestar. Quiero que quede claro que en ningún momento quería justificar la explotación infantil, a los niños no se les puede despojar de su inocencia a edades tan tempranas. Estoy totalmente de acuerdo contigo en lo que comentas acerca de que siendo un patrimonio de la UNESCO y habiendo la seguridad que hay para el tema de los tickets, pueda sorprender que no haya nadie pendiente de este caso. Pero a lo que me refiero es que por mucho que controlen que no pase esto dentro del recinto, el problema no desaparece. Es decir, creo que debiéramos ir al fondo del problema y sentirnos parte de este. Simplemente me gustaría animar a las personas que pasen por este blog, por ejemplo, que fuesen un poco más allá del problema planteado y que actuemos en consecuencia. Y creo aún más importante el transmitir esta visión a nuestr@s hij@s, que a fin de cuentas son los que van seguir perpetuando o no este sistema y eso dependerá de la educación que reciban (hogar, escuela, entorno social etc) y de la visión crítica que desarrollen. Es por ello que, aunque sea terriblemente difícil salir de este sistema injusto, animo, por ejemplo, a optar por un modo de consumo más consciente y dejemos de alimentar a las grandes empresas occidentales que trabajan en países pobres para conseguir una mano de obra más barata, violando todo derecho laboral conquistado en occidente y obteniendo unos beneficios insultantes. Y aunque parezca que este paso no es gran cosa, hemos de tener en cuenta que hay muy pocas cosas que podamos decidir, pero sí que podemos decidir a quién, dónde y el qué comprar o no comprar.
Salud!
Muchas gracias a ti Ander por tus palabras, ojalá las generaciones venideras puedan cambiar estas cosas que comentas, nosotros a nuestro hijo es lo que intentamos inculcarle en cada uno de los viajes que hacemos, la concienciación de que por desgracia en el mundo no todos los niños tienen la suerte que el tiene, creemos que es un buen comienzo.
Un abrazo viajero!!