Angkor Wat sin duda alguna, la mayor estructura religiosa construida y uno de los tesoros arqueológicos más importantes del mundo. Declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 1995.

Poder recorrerlo y admirar su majestuosa belleza, sin duda era uno de nuestros mayores deseos durante este proyecto del #Asiapara3 y no nos defraudó en absoluto, su belleza y grandiosidad no tiene límites.

Amanecer en Angkor Wat

Amanecer en Angkor Wat

Angkor

Pero en este post no queremos describir la historia de este lugar, ni tampoco queremos contaros sus rincones más espectaculares, porque entre otras cosas, hay cientos de post que hablan sobre ello y muy bien redactados por cierto. En este post os queremos transmitir la otra cara de Angkor Wat, la cara negativa que nosotros los miembros del equipo de Unmundopara3 quizás desde la perspectiva de padres pudimos apreciar durante los tres días que duró nuestra visita al recinto.

Siempre recordaremos este lugar no solo por su extrema espectacularidad y belleza, sino también por la enorme tristeza que nos produjo el ver como decenas de niños y sobe todo niñas eran explotados indiscriminadamente supuestamente por sus padres haciéndoles «trabajar» vendiendo souvenirs a los visitantes, en vez de estar en la escuela. Les vimos llegar montados en las motos a las cinco de la mañana para poder ofrecernos un suculento desayuno mientras esperábamos a que el sol apareciera por detrás del majestuoso templo de Angkor Wat y les vimos quedarse allí hasta la hora del cierre.

Nosotros como tales, fuimos abordados a cada paso por varios de ellos que no paraban de repetir la misma cantinela en varios idiomas «one dollar» «one dollar», ¡cómpreme por favor! , desplegar un abanico interminable de postales y pulseras y como no, mostrarte unos bonitos magnetos para la nevera.

 Angkor

 Angkor
Sin duda, esto nos hizo reflexionar…

Antes de venir a Camboya creíamos que lo habíamos leído todo sobre Angkor Wat, pero ahora nos damos cuenta de que no era así, nunca nadie nos contó esta parte de la película. Lo que hemos visto, nos ha hecho pensar que quizás lo que les sucede a estos pequeños/as, no importa tanto al resto del mundo como el poder llevarse a casa bonitas fotos para el recuerdo de un lugar tan espectacular.

Nos hemos preguntado delante de una buena taza de café, ¿porque nadie dice nada?, ¿ninguna institución se da cuenta de este grave problema?. Nos consta que alguna de ellas se dedica a orientar a los pueblos para que lleven a cabo una gestión más eficaz de su propio desarrollo y muy especialmente en apoyar la alfabetización, colabora además en formar al profesorado, apoya la construcción de escuelas y el equipo necesario para su funcionamiento.

Señores!!!, miremos de frente a este problema, démonos cuenta que si seguimos permitiendo que estos niños y niñas se dediquen a vender souvenirs a los visitantes, y a su vez éstos por pena les compren, o lo que es mucho peor, que les den dinero, estas criaturas jamás serán llevados a la escuela!, ¿Donde está entonces la coherencia en todo esto?, ¿donde empieza y termina la labor de estas macro instituciones?.

Angkor Wat, no nos dejó indiferentes ni en lo bueno ni tampoco en lo malo.

Angkor