La capital alemana está de moda. Con el lema ‘pobre pero sexy’, Berlin se ha convertido en los últimos años en una de las ciudades europeas más visitadas por los españoles. Es un destino idóneo para un viaje aprovechando un puente, donde encontrarás numerosos y muy variados puntos de interés.

Berlin es una ciudad enorme, así que si decides visitarla, imprescindible que utilices el transporte público, metro, autobús, o el tranvía, o incluso atreverte con la bici. Se dice que en esta ciudad hay más bicicletas que coches, de ahí que esté súper bien diseñada para tal fin. A nosotros particularmente nos parece una buena, bonita y barata de conocer las ciudades.

Pero si por el contrario no te apetece darle a los pedales, es muy aconsejable que compres la tarjeta de transportes para moverte por Berlin.

Berlin no es una ciudad demasiado cara. Es más, algunas veces resulta incluso algo más barata que Madrid o Barcelona a la hora de buscar hoteles, y si no siempre puedes encontrar algún apartamento Oh-Berlín a tu gusto. Los precios son muy similares al comer en restaurantes o tomar cervezas o refrescos en bares.

Lo que no te puedes perder de Berlin, por un lado, como la capital del imperio alemán de la dinastía Hohenzollern durante el siglo XIX y principios del XX. El posterior Berlin como capital de la Alemania nazi, y los memoriales dedicados al pueblo judío.

El famoso Muro que separó el este y el oeste de la ciudad desde 1961 a 1990 debe ser otro de los protagonistas de tu visita, con puntos destacados como el Checkpoint Charlie o la East Side Gallery. Y, finalmente,  Berlin como capital museística, y en concreto, con la Isla de los Museos, declarada Patrimonio de la Humanidad.

Berlin

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Dicen que Berlin tiene 170 museos. Pero si no eres muy aficionado a ellos o simplemente viajas con tu peque y no te apetece torturarlo, debes apuntar una visita imprescindible, el Museo Pergamo.

En cuanto a las zonas a visitar en Berlin, el gran eje será el que une la Columna de la Victoria en el gran parque Tiergarten, junto al que está la sede del Parlamento alemán, el Reichstag, pasando por la Puerta de Brandenburgo.

Luego seguirá por la avenida Unter Der Linten, hasta llegar al enorme espacio de Alexanderplatz, centro neurálgico del antiguo Berlín del Este, no dejando de ver el monumento que conmemora la Quema de los Libros en 1933, en Bebelplazt.

Memorial de los Judios asesinados en Europa en Berlin.

Pero este principal eje turístico lo debes complementar visitas otras áreas de la ciudad; en concreto, la moderna plaza de Postdamer Platz; el conocido como Barrio Judio o Barrio de las Granjas, cerca de Alexanderplatz; y si quieres conocer una zona muy popular, el Barrio Turco.

Eso sí, tened en mente que la absoluta mayoría de los edificios de Berlin fueron destruidos durante la Segunda Guerra Mundial, por lo que todos los edificios y monumentos que verás han tenido que ser completamente reconstruidos.

Un buen ejemplo a este respecto es el palacio de Charlottenburg, sin cuya visita tu visión del Berlín monumental quedará incompleta, y donde también puedes pasear por unos bellos jardines barrocos.

Una buena posibilidad de empezar el primer día es con una visita guiada de la ciudad. Así con una visita de unas dos ó tres horas tienes una visión general, que te permite luego planificar las visitas que te parezcan más interesantes.

Además, en el caso de Berlin dispones de visitas guiadas en español, y también con otras opciones como hacer un recorrido en bicicleta.

Curiosidades que nos han llamado la atención sobre esta bonita ciudad.

Ampelmännchen, el hombrecillo con sombrero de los semáforos posee una apariencia bastante infantil, con una cabeza grande y las piernas cortas pero goza de una enorme popularidad.

En Berlin se puede encontrar al simpático muñequito por todas partes, estampado en camisetas, calcetines, vasos y semáforos de juguete entre otras cientos de opciones.

No hay mejor forma de adentrarse en la historia de esta ciudad que a través de la multitud de películas basadas en el Berlin del siglo XX. Para que la visita a la ciudad os sea más interesante, os recomendamos ver alguna de ellas.

Trabant significa «compañero viajero»  y es el coche comunista más popular, uno de los grandes mitos de Berlin, se puede ver en fotos, graffitis, o convertido en pieza de coleccionista.

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