En un día súper caluroso y bajo un sol de justicia, no se nos ocurre otra cosa que dar un paseo por la Rambla de Castro, en el municipio de Los Realejos (Tenerife). Esta vez iniciada desde el mirador de San Pedro y con final en La Playa de Los Roques, con dos familias más, un total de diez personas, aunque tres de los que fuimos, los papis, regresamos sobre nuestros pasos para ir a recoger los vehículos, mientras tanto las mamis y los niños se daban un baño en la playa, ya que rondábamos los 37º C.

El paseo consiste en un recorrido de unos 3 kilómetros aproximadamente por la cornisa de los acantilados de la zona norte, Partiendo sobre los 140 m/nivel del mar, hasta los 0m, con picos por medio de unos 140 m. El sendero en su comienzo se adentra en el barranco, para después bajar hasta lo que se le denomina La Casona, una antigua construcción Canaria en medio de un impresionante palmeral llamado Madre del Agua, hoy en día abandonada,  perteneciente a una familia lugareña y dedicada a la plantación de diferentes cultivos, uno de los últimos el plátano.

Dejando la Casona atrás y siguiendo el camino dirección Los Roques, llegamos hasta un mirador en el cual podemos divisar toda la zona acantilada de la costa norte de la isla, así como el almacén embarcadero desde donde se trasladaban vía marítima todas las mercancías  a los puertos principales de la Isla.

Rambla De Castro

Unos cientos de metros más adelante, y después de atravesar entre varias plantaciones de plátanos, el sendero discurre entre la urbanización La Romántica, ya hasta el final del recorrido, la playa de Los Roques. Playa de arena negra y piedras, con dos roques que la caracterizan.